Priscilla Monge

Costa Rica, nacido en 1968

Vive y trabaja en San José

Priscilla Monge, una destacada artista centroamericana, trabaja en diversos medios artísticos, empleando elementos domésticos como telas, jabones y porcelana fina para representar con delicadeza narrativas de crueldad e inocencia. Su práctica multidimensional abarca la pintura, la escultura, la instalación, la performance y la fotografía.

Expresándose con sencillez y brutalidad, Monge utiliza el texto como herramienta de empoderamiento y sanación, encontrando una voz para hablar de lo indecible. Por ejemplo, en sus pinturas polaroid, captura sentimientos inmediatos con colores abstractos como el verde para la naturaleza o el rojo para el sufrimiento. Una polaroid contiene la frase “Este es un texto herido” debajo de una imagen polaroid de color rojo intenso, creando una fusión visceral de imagen y lenguaje al tiempo que evoca sensaciones palpables de dolor y muerte.

Los temas de la infancia y la pérdida de la inocencia persisten en su obra, en particular en su serie “Pensum”, donde Monge desafía las normas de educación y castigo. Escribe líneas en una pizarra que trascienden las reflexiones inocentes y presentan clichés sobre las mujeres y el abuso infantil. En su serie “El cuerpo archivado”, Monge hace referencia a la participación de Costa Rica en las guerras que tuvieron lugar en América Central y cuestiona quién tiene derecho a dar testimonio del dolor de los demás.

En una poderosa performance de 1997, Monge caminó por las concurridas calles de San José vistiendo pantalones hechos con toallas sanitarias. A medida que los pantalones absorbían su sangre menstrual, el espectáculo desafió las percepciones sociales, simbolizando la violencia interna que sufren las mujeres dentro de sus cuerpos y desenredando emociones de miedo, dolor, vergüenza y arrepentimiento vinculadas a la menstruación en una sociedad patriarcal.

“Magnolia negra” es el nombre de la serie de obras más reciente de Monge, que incluye cuencos de cerámica de arcilla negra de baja temperatura con un esmalte negro mate profundo. Monge crea formas irregulares y onduladas con cualidades orgánicas y extrañas que confunden el arte con la vida y nos invitan a contemplar las cualidades vitales inherentes a los objetos inanimados.

Ganadora del Premio Nacional Francisco Amighetti en 2018, el impacto global de Monge es evidente a través de su participación en eventos prestigiosos como las Bienales de Venecia y Liverpool y exposiciones en instituciones como el Reina Sofía de Madrid, el MoMA de Nueva York y el Museo de Arte Latinoamericano de Los Ángeles. Además, la obra de Monge figura en importantes colecciones internacionales, como la Tate Modern de Londres y el Museo de Bellas Artes de Taipei.

Priscilla Monge en su estudio, 2023 (Fotografía de Julio Sequeira)

“El arte es una herramienta que nos confronta con nuestros privilegios y con el sufrimiento de los demás.” Monge, 2023

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